Merced: Creatividad, buen gusto y exquisitez

El centro urbano de Barceloneta se engalana con la oferta gastronómica del Restaurante Merced. Hace algún tiempo que lo quería visitar, pero siempre me desviaba, mayormente porque en las horas que pasaba frente a él, se encontraba repleto de comensales. Finalmente, decidimos ir a comer pero aún no abrían. Así que esperamos una hora dando vueltas por la playa hasta que abrieron sus puertas al público.

Ubicado a la salida del pueblo en dirección hacia la playa, Merced es un lugar hermoso, tanto en su espacio interior como en su área de terraza exterior. Inauguramos la cocina ese día, ya que fuimos los primeros en llegar. Vimos la carta de vinos, muy completa e interesante. Tras varios minutos ponderando, opté por un coctel de la casa, muy rico, su versión de Moscow Mule. El menú es ecléctico, creativo y original. Todo se lee apetecible, así que nos tomó tiempo decidirnos. Comenzamos con dorado bites con salsa de pistacho, una combinación de sabores excepcional. El dorado, nada grasoso y fresco. Continuamos con las chuletas de cordero, arroz, y lo más impresionante: risotto de calabaza. Todo estuvo exquisito, muy bien sazonado y preparado.

Ahora, lo que capturó mi atención desde que miré el menú la primera vez no me decepcionó: tarta de almendra con crema de limón. Un punto final espectacular para una excelente comida. Un fresco sabor a limón sobre un bizcocho que no es demasiado dulce, una combinación perfecta, y coronado con crema batida de coco preparada en la casa. Me comería ese postre una y mil veces más.

La atención de los empleados, de primera. Incluso tuve la buena fortuna en coincidir con una exalumna, de mis tiempos de maestra, que hacía mucho tiempo no veía y me emocionó mucho verla y hablar con ella. De igual forma, tuvimos la dicha de conocer al dueño de Merced, el chef Glenn Díaz, con quien hablamos y nos contó cómo llegó a este lugar con su concepto elevado de gastronomía. Una persona humilde y merecedor de todo el éxito que tiene con este proyecto.

Si bien visitan a Barceloneta para ir a los outlets, para chinchorrear en la playa, para disfrutar del mar y todo lo que ofrece este pueblo que me albergó por 18 años como maestra, asimismo pase por Merced. No pierda la oportunidad de darse buena vida en este lugar hermoso y tener una verdadera experiencia gastronómica de primer orden. Auspicie lo local. Salga de lo común y formulaico; disfrute de un menú único en Barceloneta. Es un lugar perfecto para celebrar una ocasión especial o simplemente para disfrutar y culminar un buen día. . . y todos los días son especiales.