Un recorrido gastronómico: Resaltando lo nuevo; Repitiendo lo familiar

Luego de algún tiempo, he vuelto a las andanzas, alimentando el cuerpo y la vida en distintos escenarios gastronómicos de la Isla. Comienzo con un lugar realmente nuevo, D’Cero en el pueblo de San Sebastián. Apenas llevaban un par de semanas abierto cuando los visité. Es un lugar que abre todos los días y tienen desde desayuno y brunch hasta cenas. El concepto es muy lindo, moderno y agradable a la entrada del pueblo. La atención, cordial y atenta. Lo que me pareció único y original es que preparan paella para una sola persona. Y muy rica que estaba, con muchísimo pescado y mariscos. También puedes crear tu plato seleccionando la base, proteína y acompañantes de entre las opciones. Había que probar café, así que pedí el de tiramisú. El cierre perfecto para una buena cena.

Como ya sabrán los que me siguen, no soy super fanática de la comida mexicana. Pero, finalmente, di con un lugar que me agrada y me parece bastante auténtico a lo que debe ser (al menos, no criollizado). El Vago, en su local en Barceloneta, no decepciona. Las sopas, los cocteles, cervezas mexicanas y demás platos son frescos y deliciosos. El menú es extenso, pasando por todas las conocidas recetas que le encantan a los comensales boricuas. Entre mis favoritas: las flautas y todas las sopas. Y el Mexican Mule, riquísimo.

Un lugar, en Vega Baja, al que me gusta regresar es Bocaíto. A través de los años ha cambiado de dueños y concepto, pero desde hace varios años se ha enaltecido con un menú exquisito, con opciones vegetarianas y veganas. Una cava respetable y coctelería creativa e interesante. Que qué me lleva a seguir yendo?, pues los aperitivos muestran gran imaginación del chef. Las croquetas de bacalao, en efecto tienen bastante bacalao y no son muy saladas, de otra parte son muy crujientes y satisfacen así que asegúrese de compartirlas. El churrasco y mamposteao es de lo mejor y el risotto de coliflor y zetas, una excelente opción saludable y deliciosa. Me llama de Bocaíto la cantidad de cocteles y postres a base de jengibre, con eso me atrapan, bueno con la margarita de jengibre y el creme brulee, particularmente.

Entiendo que es de conocimiento público que no vivo por la pizza como alguna otra gente; y que estoy parcializada hacia la pizza de Brooklyn, de donde vengo, el lugar de origen de la pizza que uno dobla y se come mientras la grasa le corre por el brazo…ahhh… inigualable. Habiendo establecido mis lealtades, debo confesar que visité Tre Amici por recomendación de mi hijo y porque tengo su opinión en muy alta estima. En el pueblo de Bayamón ubica este lugar con su horno de ladrillo tradicional que promete algo muy bueno. El menú es breve, pero el sabor y la riqueza de la oferta gastronómica está sintetizada perfectamente ahí. Las pizzas de Tre Amici me siguen llamando. Cada vez pruebo algo diferente. Lo que podemos llamar un sándwich es una delicia de carne y queso horneada en masa, simplemente exquisita. La coctelería es espectacular, compuesta de tragos originales y clásicos, entre otras bebidas y postres. Traiga su apetito, las pizzas son pequeñas, de un solo tamaño, las demás especialidades son enormes, por lo menos para mi. Llegue temprano o esté listo para esperar, va mucha gente, pero no se pierda la experiencia.

Cubakí en Vega Baja sigue siendo uno de los lugares favoritos a frecuentar en el área. Los aperitivos/tapas son perfectos para acompañar unos cocteles, vino o cervezas y pasar un agradable rato en un ambiente relajado, boho, calmante. Los platos criollos contienen porciones grandes sin opacar un plateo muy elegante. Siempre es agradable volver a un lugar donde saben lo que a uno le gusta y lo que uno quiere. Donde existe esa familiaridad, ahí es. La conversación fue agradable, familiar, cómoda. como siempre. Y lo he dicho antes, uno de los mejores, si no el mejor, old fashioned (con Jack Daniels) que se puede tomar. La quesadilla de pollo muy buena, el burger con spicy crab, rico; los platanutres frescos, brutal y las papitas fritas finitas y tostaditas. Siempre es un placer visitarlos y ponernos al día.

Cierro este ciclo de degustación con un restaurante en Manatí que llevo en el corazón por su gente, la humildad y el deseo de servir bien y con amor: Salt and Pepper by Chef Mike Fierro. Mike Fierro, chef extraordinaire, campeón de paellas, creativo, elegante, exquisito. Los visitamos con frecuencia. Las porciones en los platos son enormes en tamaño y en sabor. Las salsas que se pueden escoger para las carnes muestran la originalidad e imaginación del chef: salsa de alcaparras, a la francesa, a la Kelly, todas son deliciosas. La paella es del más alto calibre y el menú es digno de los mejores restaurantes de Puerto Rico. En esta ocasión pedimos mofongo relleno de vegetales a la criolla, masitas de dorado con arroz y habichuelas y langosta a la francesa. Esta última, fuera de su casco, como rebosada en un salsa delicada, en fin, una delicia. Sin lugar a dudas la mejor langosta que he probado, la mejor! Es un menú muy distinto a lo que se come en casi todos los lugares por ahí. Desde los aperitivos, las sopitas, tostones, todo es fresco y sabroso. Para cerrar la velada, un dulce y suave creme brulee, pero también pruebe la crema catalana, donde único la hacen en el área. Ah, y hay noches de bohemia todos los lunes. Anímate, auspicia el talento y la gastronomía local.