Las Palmas: Chinchorreo boricua
Los domingos son de sol y playa en Puerto Rico. Son los días de sacar a pasear y lucir los jeeps, las motoras y demás vehículos de recreación que se ven por las costas de la la Isla (vamos, en la montaña también se chinchorrea bueno). Ayer, en una vuelta por Manatí llegamos a Las Palmas. Supimos tienen música en vivo los sábados, buena música. El domingo fue un día más “relax”. Nos sentamos a disfrutar de la brisa mientras otros jugaban billar, compartían anécdotas y se refrescaban con la cervecita fría.
Antes de seguir nuestro camino quisimos probar algo de picadera. Entre las muchas opciones nos decidimos a probar las empanaditas de pastelón de amarillo. Las hemos probado en otros lugares (o de pionono) y no me han impresionado, pero las pedí comoquiera. Llegaron doraditas y calientes. Para mi sorpresa, dentro de la masa crujiente había una cantidad considerable de pastelón de amarillo. Todos los componentes de ese plato estaban presentes y predominaba la carne y el amarillito. Sin duda los mejores pastelillitos o empanaditas de pastelón que he probado hasta el momento. Los demás componentes de la picadera que vimos en las mesas aledañas se veían muy bien. Pero hay que dejar algo para otro día. A ver si volvemos cuando se presenten artistas próximamente, esa es la idea.