• – ¿Qué quieres comer?
  • – No sé.

¿Cuántas conversaciones hemos comenzado de esa forma? La solución a este dilema está en no sobrepensar las opciones y dejar que la aventura nos lleve a lugares nuevos, cercanos o lejos, de alta cocina o a algún chinchorro remoto. Usualmente esto desencadena en una experiencia muy grata. Si encontramos un sitio con comida buena, una picadera rica, tragos espectaculares, cervezas artesanales, buen vino y mejores seres humanos, ese lugar podría convertirse en uno de los favoritos que querremos visitar una y otra vez para probar otras opciones del menú y reencontrarnos con las personas chéveres que conocimos. En muchas ocasiones estos lugares nos ofrecen buena música, en vivo o no, ofertas de poesía o hasta de teatro y una salidita a comer se convierte en toda una velada que dura varias horas de la cual salimos renovados.

De Colores Burger en Arecibo: desde el pan hasta la hamburguesa, hechos en la casa.

A veces necesitamos un empujoncito en la dirección correcta para empezar el camino. Este blog surge como parte de mi recorrido y todas las experiencias que quiero compartir con ustedes. Restaurantes quizás poco conocidos, chinchorros locales en diversos puntos de Puerto Rico, ofertas de comida internacional fusionada con la boricua que todos conocemos y amamos, así como restaurantes fieles a las recetas con origen en países extranjeros. Hay de todo y para todos los gustos. No tenemos que recurrir a comida rápida ni quedarnos estancados en un solo lugar. Probemos de todo, démosle oportunidad a los chefs y pequeños empresarios locales a satisfacer nuestro paladar. Te sorprenderás de lo bien que lo vas a pasar.